El musgo de turba se descompone parcialmente en musgo sphagnum. La estructura de células grandes de Sphagnum le permite absorber aire y agua como una esponja. Aunque el musgo de turba no contiene nutrientes, absorbe nutrientes añadidos al suelo o presentes en él, liberándolos con el tiempo según lo requieran las plantas. Esto ahorra valiosos nutrientes que, de lo contrario, se pierden por lixiviación y la convierten en un excelente medio nutriente para todo tipo de cultivo (horticultura, floricultura, forestación, citricultura, y plantaciones de tabaco, entre otros).
A medida que crece, esta planta suelta restos (celulosa y hemicelulosa) que se acumulan en el agua; así nace la turba. La turba de musgo se caracteriza por tener una estructura única la cual permite retener agua entre las hojas y los tallos, en otras palabras dentro de su estructura celular. Inversamente, en las cavidades donde no hay agua, son ocupadas por aire.
El musgo de turba hace su fertilizante orgánico más eficaz porque la turba y el abono orgánico hacen dos cosas diferentes. El musgo de turba reestructura el suelo, mientras que el abono orgánico proporciona nutrientes. Al mezclar los dos puede reducir la tendencia del abono orgánico a compactar el suelo, y así permitir que más agua, aire y nutrientes lleguen a las raíces de las plantas. Además, la combinación del musgo de turba y el abono orgánico ayudan a retener la humedad en los huertos, lo que permite regar con menos frecuencia. La turba también extiende la vida del abono orgánico en el suelo por cuatro a cinco veces.